MODESTO EXITO
Trashman, también conocido como "El Basurero", siempre estará en un lugar especial de nuestros corazones spectruneros, especialmente para los usuarios de la primera época de nuestro ordenador.
La modesta compañía New Generatión Software publicó esta joya en 1984, la cual tuvo una excelente acogida y posteriormente su continuación con Travel with Trashman.
En esta época, era muy común abordar ciertas profesiones de nuestro día a día en los juegos y añadirles un plus de peligrosidad. Ejemplos claros de esto son el popular Paperboy, Automania, o el menos conocido Mailstrom. Trashman no es la excepción, y nos ofrece la oportunidad de ponernos en la piel de un basurero, una profesión que parece ser más peligrosa de lo que pensábamos.
La pantalla de carga nos sorprende al ser una captura del propio juego, lo cual nos da una pista de que la presentación no fue la prioridad en el desarrollo.
La aventura comienza cuando vemos un anuncio de trabajo para un basurero, y tras leer los requisitos, decidimos que somos los candidatos perfectos para el puesto. Comenzamos en la primera calle, Montague Road, donde debemos recoger cinco cubos de basura de chalets impolutos.
La mecánica del juego es simple, sencilla y repetitiva. Debemos entrar en el chalet por los caminos correctos, recoger el cubo de basura, vaciarlo en el camión y devolverlo vacío. Sin embargo, nuestro tiempo es limitado, y un contador bonus que se consume mientras trabajamos, y se reduce aún más si hacemos algo mal, como pisar el césped.
Para mantener nuestro trabajo, debemos hacer felices a los vecinos, quienes nos darán propina y confiarán en nosotros. Además, cada calle tiene sus propios peligros, como perros sueltos, ciclistas y el dichoso tráfico.
Hay siete calles en total, cada una más larga que la anterior y con más chalets para recoger.
Aunque Trashman es un buen programa, muy cuidado en su desarrollo, se vuelve repetitivo y algo aburrido después de un tiempo.
Sin embargo, sigue siendo un imprescindible en nuestro ordenador y un excelente ejemplo de los juegos de la época.
En resumen, Trashman es un juego nostálgico que los usuarios de la primera época del ordenador Spectrum recordarán con cariño. A pesar de su simplicidad y repetitividad, es un buen ejemplo de cómo los desarrolladores abordaban las profesiones cotidianas en los juegos y las convertían en desafíos emocionantes y peligrosos.
Trashman, también conocido como "El Basurero", siempre estará en un lugar especial de nuestros corazones spectruneros, especialmente para los usuarios de la primera época de nuestro ordenador.
La modesta compañía New Generatión Software publicó esta joya en 1984, la cual tuvo una excelente acogida y posteriormente su continuación con Travel with Trashman.
En esta época, era muy común abordar ciertas profesiones de nuestro día a día en los juegos y añadirles un plus de peligrosidad. Ejemplos claros de esto son el popular Paperboy, Automania, o el menos conocido Mailstrom. Trashman no es la excepción, y nos ofrece la oportunidad de ponernos en la piel de un basurero, una profesión que parece ser más peligrosa de lo que pensábamos.
La pantalla de carga nos sorprende al ser una captura del propio juego, lo cual nos da una pista de que la presentación no fue la prioridad en el desarrollo.
La aventura comienza cuando vemos un anuncio de trabajo para un basurero, y tras leer los requisitos, decidimos que somos los candidatos perfectos para el puesto. Comenzamos en la primera calle, Montague Road, donde debemos recoger cinco cubos de basura de chalets impolutos.
La mecánica del juego es simple, sencilla y repetitiva. Debemos entrar en el chalet por los caminos correctos, recoger el cubo de basura, vaciarlo en el camión y devolverlo vacío. Sin embargo, nuestro tiempo es limitado, y un contador bonus que se consume mientras trabajamos, y se reduce aún más si hacemos algo mal, como pisar el césped.
Para mantener nuestro trabajo, debemos hacer felices a los vecinos, quienes nos darán propina y confiarán en nosotros. Además, cada calle tiene sus propios peligros, como perros sueltos, ciclistas y el dichoso tráfico.
Hay siete calles en total, cada una más larga que la anterior y con más chalets para recoger.
Aunque Trashman es un buen programa, muy cuidado en su desarrollo, se vuelve repetitivo y algo aburrido después de un tiempo.
Sin embargo, sigue siendo un imprescindible en nuestro ordenador y un excelente ejemplo de los juegos de la época.
En resumen, Trashman es un juego nostálgico que los usuarios de la primera época del ordenador Spectrum recordarán con cariño. A pesar de su simplicidad y repetitividad, es un buen ejemplo de cómo los desarrolladores abordaban las profesiones cotidianas en los juegos y las convertían en desafíos emocionantes y peligrosos.